domingo, 8 de enero de 2012

ANÁLISIS SOCIOLÓGICO DE LA OBRA EL "SEXTO"

“EL SEXTO”







I.- ÍTEMS GENERALES A DESARROLLAR
1.1. NOMBRE DE LA OBRA:
“EL SEXTO”
1.2. NOMBRE DEL AUTOR:
José María Arguedas Altamirano
1.3. EDITORIAL:
Juan Mejía Baca
1.4. AÑO DE PUBLICACIÓN:
1961
1.5. LUGAR DE PUBLICACIÓN
Lima, Perú




II.-ÍTEMS ESPECÍFICOS  A DESARROLLAR.

2.1. RESEÑA BIOGRÁFICA DEL AUTOR:

·         Biografía básica:
José María Arguedas nació el 18 de enero de 1911, en la cuna de la cultura Chanca, Andahuaylas. Su infancia no fue muy grata, pues a los dos años de edad falleció su madre, y pronto se fue a vivir con su abuela paterna.
En 1915, su padre se muda a Lucana, Ayacucho, donde se casa con una rica hacendada. La casa estaba llena de sirvientes indígenas, que eran maltratados por su madrasta. Según Arguedas, el desprecio por ellos llegaba a igualarse al que sentía por él, y terminó mandándolo a dormir con los sirvientes. Escapó de su casa, y se fue a recorrer el país con su padre.
Pasó por Cusco, Huamanga y Abancay, esta última ciudad, escenario de su magnífica novela “Los ríos profundos”. En 1931, con 20 años, se estableció en Lima, e ingresó a la Facultad de Letras en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En 1937 fue apresado por participar en protestas estudiantiles y fue trasladado al penal “El Sexto” de Lima, donde permaneció 8 meses en prisión, episodio que tiempo después evocó en la novela del mismo nombre. Sin embargo, su primera obra fue “Yawar fiesta”, publicada diez años después (1941).
Ya había logrado su licenciatura y trabajaba en el Ministerio de Educación y en las grandes unidades escolares Alfonso Ugarte, Nuestra Señora de Guadalupe y Mariano Melgar de Lima. En 1958, “Los ríos profundos” lo consagraría como el precursor de la corriente indigenista, donde también participaba Ciro Alegría.
Poco después comenzaría su cátedra en la Universidad Agraria de La Molina, y con eso, la publicación de sus obras “El Sexto” (1961), “Todas las sangres” (1964) y “El  sueño del pongo” (1965), entre otras. El 28 de noviembre de 1969, una bala en la sien le quitó la vida al ilustre personaje. Minutos antes, escribió una carta de despedida, una carta donde explicaba que el sufrimiento le había ganado la partida.
El “sexto” es su cuarta novela y merece un total aprecio  y  reconocimiento con el premio nacional  a la cultura “Ricardo Palma”. Es una breve novela basada en la experiencia carcelaria que le toco vivir durante el gobierno militar y dictatorial de Oscar R. Benavides. A diferencia de ríos profundos, esta obra tiene como personaje a Gabriel que es el seudónimo que utiliza con el que el narrador – personaje participa en la novela, en la cual es un muchacho provinciano apolítico y muy sensible donde se mesclan la angustias sufrimiento y la muerte, son los elementos sobre el cual gira la obra.
·         Posturas políticas:
 Siempre estuvo  cerca de los grupos y movimientos de izquierda socialista.  con ellos. Se podría decir sin forzar arbitrariamente las cosas que la de Arguedas era más bien la sensibilidad correspondiente a un socialismo que Mariátegui llamó indoamericano,  porque Arguedas tenía un sentimiento más por lo autóctono, por lo indigenista, si el alguna vez se le hubiera ocurrido pensar en una revolución hubiera creado una partiendo de sus raíces, él lo sabía también como antropólogo. Las ideas de igualdad social que esos tiempos se manejaban eran para Arguedas  simplemente aleluya das que no tenían al final argumentos sólidos para el cambio social, porque no se tomaban a la gente andina, por miraba que seguirían siendo excluidos, porque  de una manera Arguedas conocía  la serranías de palmo a palmo y lo más importante conocía la idiosincrasia, es decir la forma de pensar y sentir de cada uno de los pueblos. A su salida de El Sexto se integró como militante en el Partido Comunista Peruano y salió de esa organización al vivir una dura decepción.

·         Ubicación en la estructura social.

Escritor y antropólogo peruano. Su labor como novelista, como traductor y difusor de la literatura quechua, y como antropólogo y etnólogo,  de incorporar la cultura indígena a la gran corriente de la literatura peruana escrita en español desde sus centros urbanos.  La cuestión fundamental que plantean estas obras, pero en especial la de Arguedas, es la de un país dividido en dos culturas —la andina de origen quechua, la urbana de raíces europeas— que deben integrarse en una relación armónica de carácter mestizo. Los grandes dilemas, angustias y esperanzas que ese proyecto plantea son el núcleo de su visión. Nacido en Andahuaylas, en el corazón de la zona andina más pobre y olvidada del país. Perteneció de niño a la clase social de los profesionales por parte de su padre, por la misma profesión; posteriormente pasa al grupo social indígena por el abandono de su padre y dejarlo en manos de la madrastra que lo maltrataba.
Adulto, Arguedas, pertenece a la clase media; dedicado íntegramente a la docencia universitaria; pero siempre con tendencias por la clase más olvidada los indígenas por la que siempre abogó.

2.2 ARGUMENTO DE LA OBRA:

La obra El Sexto se trata de un libro testimonio,  en la cual el personaje ale principal E Gabriel un  muchacho que es apresado por simplemente participar en una protesta política contra el régimen dictatorial que esos momentos pasaba  su país. En este lugar conocerá las injustitas y demás aberraciones que se cometen dentro de una prisión.

 El Sexto, en pleno centro de Lima, donde oye los cánticos de los presos políticos: los apristas cantan a todo pulmón «La marsellesa» y los comunistas el himno de «La Internacional». Gabriel es un estudiante universitario involucrado en una protesta contra la dictadura que rige al país y por ello es conducido al pabellón destinado a los presos políticos, situado en el tercer piso del penal. Es introducido en una celda, que compartirá en adelante con Alejandro Cámac Jiménez, un sindicalista minero de la sierra central, preso por comunista.
Cámac se convierte para  Gabriel en el guía y consejero dentro de esta escoria de al sociedad donde se encuentra «lo peor y lo mejor del Perú». La cárcel está dividida en tres niveles: en el primer piso se encuentran los delincuentes más peligrosos y prontuarios; en el segundo están los delincuentes no avezados (violadores, ladrones primerizos, estafadores, etc.) y en el tercero se encuentran, como ya queda dicho, los presos políticos. Gabriel va conociendo uno por uno a los presidiarios. Pedro es el líder de los comunistas y Luis el de los apristas; estos últimos son los más numerosos. Destacan también el aprista Juan o «Mocontullo» y el comunista Torralba. Otros «políticos» como el «Pacasmayo» y el piurano Policarpo Herrera se consideran apolíticos y aducen estar en prisión por venganzas personales.
De entre los delincuentes del piso inferior Gabriel conoce a los que son los faites del penal del Sexto: Maraví, el negro Puñalada y el Rosita, donde este era un maricón pero todos  lo respetaban porque manejaba muy la chaveta Otro grupo lo conforman los vagos, algunos de los cuales tenían cierta características particulares, como el negro que enseña su pene, este negro tenía un pene aventajado que por diez centavos loa mostraba, diciendo. “Señorcito por diez centavos se la saco”, y había otros presos que eran la burla: como el Pianista, el japonés y el Clavel. Lo ocurrido en torno a Clavel, máxima expresión el horror carcelario. Clavel es un muchacho  maricón  quien luego de ser violado por los presos, es encerrado por Puñalada en una celda obligándolo a prostituirse, todo ello con la complicidad de los guardias y las autoridades penitenciarias al final este  muchacho termina enloquecer.
Una escena nos permite conocer el alma bondadosa de Gabriel. Cuando el Pianista agoniza en el pasillo víctima de los maltratos sufridos, Gabriel, con ayuda de «Mocontullo», lo recoge, lo regresa a su celda y lo abriga con su ropa. Inesperadamente se acerca el Rosita ofreciendo ayuda y protección al Pianista. Pero éste aparece muerto al día siguiente y algunos presos acusan a Gabriel de ser responsable de su muerte, presumiendo que las ropas que le regaló habían atraído la codicia de los vagos quienes en el forcejeo para quitárselas lo habrían ahorcado. Esto provoca una disputa entre apristas y comunistas; los primeros acusan a los segundos de provocar el incidente, para enredar a «Mocontullo» con Rosita, y así ensuciar la trayectoria de quien era considerado como la esperanza del partido, por su juventud y entusiasmo. Este incidente provoca una serie de discusiones entre los militantes de cada partido. Los apristas se consideran los verdaderos representantes del pueblo peruano y acusan a los comunistas de estar al servicio de Moscú; por su parte, los comunistas acusan a los apristas de ser intrigantes y actuar solo como instrumentos de la clase oligárquica para frenar la revolución auténtica. Ante tal discusión, Gabriel no tiene reparos en decir abiertamente que no comulga con ideologías y disciplinas politizadas que, según él, limitan la libertad natural del ser humano. Los demás comunistas le responden que es un idealista y soñador, y que le faltaba compenetrarse más con la doctrina del partido.
Mientras tanto el mariconcito Clavel continua siendo prostituido en su celda, lo que conmueve y repugna a los presos políticos. El más afectado es «Pacasmayo», quien para colmo es presa de una extraña enfermedad que le hace enrojecer el rostro, ante la indiferencia del médico de la prisión, quien se limita a decirle que solo es un mal pasajero. El piurano también demuestra abiertamente su aversión hacia todos los actos homosexuales y de violencia sexual que se practican en la cárcel. Los líderes de los presos políticos se ponen de acuerdo y solicitan una entrevista con el Comisario del penal; asimismo le envían un petitorio donde exigen que se ponga fin al tráfico sexual y se trasladen a otra prisión al Puñalada, Maraví y Rosita. Firman la solicitud Pedro, Luis y Gabriel (éste último en nombre de los universitarios e independientes). El Comisario llama a todos ellos a su despacho; luego de leer el petitorio, lo rechaza iracundo, aduciendo que la cárcel era precisamente para eso, para que los presos se jodieran entre ellos, y que debían estar más bien agradecidos los políticos de que no fueran encerrados en el primer piso, lo cual sería, según él, el verdadero castigo, por traidores a la patria. Luis y Gabriel no se contienen y responden digna y airadamente; ante lo cual el Comisario llama a los guardias y ordena que los golpeen y los devuelvan a sus celdas.
Poco después fallece Alejandro Cámac en brazos de Gabriel. En los últimos días su salud se había quebrantado y perdido la visión de un ojo. Todos los políticos, apristas y comunitas rinden homenaje a quien consideran un gran luchador social. Pedro da un vibrante discurso. El cadáver es sacado y los presos lo despiden cantando a toda voz sus himnos respectivos. El teniente es enviado a acallar a los presos, pero no logra su cometido. La muerte de Cámac coincide con la del japonés, víctima del hambre y los golpes; ambos cuerpos son sacados del penal en el mismo camión.
Posteriormente lo que conmueve a Gabriel es el ocurrido en torno a Libio Tasaigo, un muchacho serrano y sirviente, de 14 años, quien llega a la cárcel acusado por su patrona de robarle una joya costosa. Esa misma noche Puñalada y otros negros violan al muchacho, quien amanece llorando desconsoladamente. Gabriel trata de calmarlo; lo lleva a su celda y le cuenta sobre la vida de su pueblo situado también en las serranías, donde los hombres son valientes y no lloran a pesar de latiguearse en las festividades patronales. Libio siente entonces alivio al encontrar a una persona que le habla con el idioma del corazón. Poco después la patrona del muchacho avisa que ya encontró la joya perdida y pide que le entreguen a Libio, pero éste no quiere regresar donde ella. Gabriel le convence entonces para que se vaya de la prisión y lo despide afectuosamente, dándole la dirección de un amigo donde lo alojarían y darían trabajo.

 Este último incidente convence a Gabriel que el negro Puñalada debía morir y pide al Piurano que lo asesine. El piurano promete hacerlo y se consigue un enorme cuchillo. Una noche, Gabriel escucha los gritos de Pacasmayo; al asomarse por la baranda, lo ve arrojarse desde lo alto contra las rejas de la celda del Clavel, rompiéndose el cuello. No repuesto de la impresión, al poco rato Gabriel escucha al Puñalada gritando de dolor y lo ve desplomarse sangrando, con un enorme corte en el cuello. Gabriel cree al principio que es obra del piurano pero éste se acerca y le asegura que otro se le había adelantado. El teniente, el cabo y los guardias irrumpen y encuentran al negro exhibicionista con un cuchillo en la mano; asumen que es el asesino del Puñalada y lo arrestan. También llevan como testigos a Gabriel y al piurano; Gabriel cuenta a los policías que Pacasmayo se quitó la vida al no poder soportar el abominable espectáculo del muchacho prostituido, pero el cabo supone que el motivo más probable sería un sentimiento de celos por el maricón, lo cual indigna a Gabriel y al piurano. Ambos son devueltos a la cárcel, pero cuando atraviesan el patio se les acerca «el Pato», un un inspector, quien pistola en mano amenaza al piurano y lo insulta, llamándolo cholo asqueroso. «El Pato» era un soplón o delator al servicio del gobierno y como tal odiado por los presos políticos; el piurano no soporta la ofensa y con un movimiento veloz saca su cuchillo y le da un tajo en el cuello. «El Pato» se desploma muerto ante la estupefacción de todos. Gabriel sube al tercer piso y anuncia a toda voz el suceso; todos celebran y dan vivas al piurano. El relato termina cuando, al amanecer siguiente, Gabriel despierta al escuchar una voz que llamaba a los presos desde la puerta de la prisión, imitando al Puñalada. Era un negro joven, que relevaba así al amo fallecido.





2.2. TIEMPO REAL

Esta obra se escribe cuando se encuentra en Lima, ya como maestro secundario y en la vida política Manuel  Apolinario Odria se convierte en presidente de la república del Perú, cabe destacar que esta obra es el inicio de su nacionalismo y la gran preocupación por la gente indígena que era explotada.
Cabe destacar que  Arguedas por esos años estaba el aspecto político muy movido por la presencia delos grupos políticos de APRISTAS  y COMUNISTAS, la cual dentro de la ideología que el manejaba, y como estudiante de San Marcos, tenía que tomar postura con sus ideales y también el contexto internacional, donde ellos eran partidarios de la segunda República Española, y por lo tanto se oponían al fascista Italiano Mussolini, así mismo la dictadura que se llevaba en el Perú con Oscar R Benavides.
En El Sexto, con una sola excepción, quienes hablan no son indios sino limeños, serranos que se expresan ordinariamente en español y gentes de otras provincias de la costa. Arguedas trató de reproducir las variedades regionales y sociales, el castellano de los piuranos, de los serranos, de los zambos, de los criollos más o menos educados, mediante la escritura fonética, a la manera de la literatura costumbrista.


2.3. TIEMPO FICCIONAL

Está marcada por  la lucha que antes y posterior existirá en nuestro pais y la
Cual libra varias peleas pues todos están contra todos: costeños contra serranos, indios y cholos contra negros y zambos, apristas contra comunistas, policías y soplones contra detenidos, delincuentes comunes contra presos políticos, etc. Por eso Gabriel, prefiere juzgar a los individuos no por sus diferencias políticas. Sino por su personalidad, y llega a sentirse hermano de adversarios como Camác, Mocontullo o Pacasmayo, en quienes por sobre las ideologías predomina cierto instinto justiciero.



2.4. CONFLICTO MAYOR

Son las injusticias  que ocurre dentro de la cárcel ,que lejos de estar custodiado por la justicia o por la ley que en este caso lo simboliza la policía , verdaderamente una selva ,donde existe un salvajismo donde reina el más fuerte ,en este caso el que tenga más dotes físicos ,y adiestramiento en el uso de la navaja o chaira para poder pelear y defender territorios ,por dominar el penal significa manejar dinero producto de :venta de alcohol ,drogas y la prostitución forzada a los más débiles ,realmente es un infierno el que se vive en las cárceles, donde la policía sabe todo

el movimiento ,pero se hacen los que no escuchan y no ven ,pero quien desde el mismo lugar lo palpa  y lo vive puede dar testimonio de lo que realmente ocurre como es el caso de José María Arguedas.
En el Sexto, con una sola excepción, quienes hablan no son indios sino limeños, serranos que se expresan ordinariamente al español y gentes de otras provincias de las costas. Arguedas trato de reproducir en la novela las variedades regionales y sociales, el castellano de los piuranos, de los serranos, de los zambos, de los criollos a más o menos educados.


2.5. CONFLICTO MENOR

el conflicto menor esta por el espionaje ,en el lenguaje de la calle ,tirar dedo, el soplón ,que en este caso lo simboliza el “pato” ,un personaje de los muchos que existen en nuestro país que están acusando ,pero no con el fin de ayuda a construir cosas positivas ,sino para que siga lo malo de la sociedad ,este soplón solo da a conocer lo que le conviene a él y al sargento encargado del penal pero no denuncia verdaderamente a los faites que realmente hacen abuso de su fuerza de la experiencia de maleante y delincuente para seguir haciendo lo mismo  a vista y paciencia de ellos ,cuando al interior y en sus mismas narices se cometen atrocidades donde la miseria humana es arrastrada y  como una mierda echada por los suelos.
2.6. EL HÉROE

El héroe lo simboliza Gabriel, más que todo porque toma parte en la novela como un muchacho tímido y muy buena gente ,que busca la paz ,la armonía, pero a la vez este personaje nivel social significa algo neutral que no le interesa lo que pasa en el su país  o en su tierra es totalmente indiferente, claro está al decir que el no se cas no con los Aprista ni Comunista ,entonces de qué lugar esta ,como un hombre universitario tiene que guardar cierta postura ,porque ante un gobierno corrupto ,autoridades que simbolizan la propia mierda ,que hacer no con nuestra indiferencia  no vamos hacer algo simplemente desde la arista de la conformidad vamos a observar que sigan pasando las cosas.


2.7. EL ANTIHÉROE.

Lo simboliza el soplón y el pato ,personajes que solo sirven al sistema y se sirven del sistema  porque sus intereses están en dejar pasar todas las injusticias y si alguien denuncia o quiere que esto no ocurra inmediatamente te lo impiden ,es así la expresión del sargento respecto a los presos políticos ,el menciona que deben estar en el primer piso junto con toda la escoria social ,por eso se merecen ,claro está que se puede pedir a un policía si el conocimiento que tiene esta casi al nivel de los mismos delincuentes lo único que los diferencia es el uniforme y la autoridad que el gobierno dictatorial les ha delegado .Una persona está destinada ir a la cárcel si piensa diferente ,solo por el hecho ,de oponerse a intereses que no son de la gran mayoría

III. COMENTARIO FINAL

Arguedas define a El Sexto como una escuela del vicio, pero a la vez como una escuela de generosidad. Y es que en ese lugar el escritor encontró lo peor que la sociedad ha parido pero a la vez la esperanza de quienes luchaban por cambiarla, sufriendo no solo la privación de la libertad sino torturas y sufrimientos. Al margen de las menudas disputas doctrinarias que se dan entre los presos políticos, existe ideales comunes que en determinados momentos hermana a todos ellos: la lucha contra una dictadura totalitaria y el deseo por implantar en el país la justicia social.
Este párrafo último merece también la atención a las cárceles donde el 75% de los presos actualmente no tienen sentencia y por el hecho de prescripción deben estar fuera del penal, la carga procesal en el Perú de acuerdo a los plazos fijados  no cumplen y esto hace realmente que el asilamiento dentro del penal se produzca todo una injusticia contada y narra por José María Arguedas.
Solicito al sétimo círculo, a esta logia , una generosa nota, no como la anterior.